“Street art tours” y Safaris urbanos

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Están por todos lados, estableciendo un orden por azar, una sinergia de calles y espacios públicos para que la ciudad pierda los recortes de muros blancos para hacerse de colores diagramados entre grafitis espontáneos.

Dan cuenta de gente que imprime su temperamento. El arte callejero dota de identidad a las ciudades, para luego ser rastreada por otros al repasar edificios en desuso, bancos de plaza o paredones sobrescritos. En Budapest, los llamados “rom kocsma“ o pubs en ruinas trata de cafés montados en viejos edificios, que en los últimos años han invadido Pesta, una parte de la cuidad que se ha convertido atrayendo la atención de turistas. En Buenos Aires las obras dedicadas al tango en barrios como Palermo, San Telmo o Abasto dan esbozan el alma porteña con sus murales habitados por personajes legendarios de la música o del fútbol. Hay ciudades que no serían las mismas sin el arte urbano: Berlín ofrece el mejor ejemplo de arte abierto al público con el East Side Gallery, donde artistas de varios países pintaron parte de lo que fue el muro de Berlín en homenaje a la libertad. Consta de 103 murales en la galería hoy considerada de mayor longitud del mundo.

Los Safaris urbanos se presentan como una serie de visitas guiadas por la ciudad de Madrid en las que se exhibe a los asistentes obras e información acerca de los autores, las técnicas o la idiosincrasia de los lugares intervenidos y dejando espacio para la participación activa de los asistentes. Así también se proyecta intervenciones urbanas para mas de treinta poblados en el Plan turístico de la Alpujarra Almeriense, incorporando al diseño materiales característicos de cada zona, así como coloraciones que dependen del tipo de suelo. La idea consiste en dotar de pequeñas estructuras turísticas a un gran número de pueblos que sirvan para establecer un vínculo entre sí, al mismo tiempo que se genera un itinerario reconocible como producto turístico global.

Como una galería al aire libre que se queja del capitalismo y pregona a veces efemérides personales, el arte de la calle comunica eficazmente. Está en contacto cercano con los espectadores. La escena se repite y los turistas se detienen por conseguir la foto más sensible. Este movimiento aprovecha señales de tráfico, contenedores, desagües, paradas de autobús, carteles informativos, con motivaciones ambiciosas: sorprender al transeúnte, alegrar el trajín cotidiano, romper con la monotonía. El arte urbano está en continuo cambio. No importa visitar el mismo destino más de una vez, sin duda habrá algo nuevo que admirar. La intervención urbana el fenómeno por el que la sociedad moderna cambia en manos de personajes anónimos que deleitan con sus efímeros guiños.

gazoiuale.hebe@gmail.com

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