Registrada en el imaginario colectivo y de cara al mundo, la Patagonia argentina se vale de ciudades estandarte: Bariloche, El Calafate, Ushuaia o Puerto Pirámides, sin arrogar considerar la totalidad de destinos, que no por pocoatractivos han de ser relegados a la categoría de complementarios.

Gastronómicamente, de la cordillera andina hacia el mar, se producen chocolate, dulces del bosque y licores, para tocar la llanura colonizada por el hábito gales de engalanar la tarde con tortas y el ceremonial del té antes del ocaso. 

Los centros de esquí,cercan a Chile por el occidente y se derraman sobre la ruta 40 para tomar hacia el confín de éste hemisferio el camino de lagos y glaciares que ha surcado la roca para obtener los mejores tonos de azul.

En lo que respecta a eventos programados, el calendario de fiestas populares arroja tres propuestas entre curiosas y convencionales; refiero a La fiesta de la Noche más Larga, en Ushuaia, la Fiesta del Esquí, enEsquely la Fiesta de la Nieve en Bariloche, todas con la ponderación de nacionales y en el mes de Junio.

El arribo de las ballenas a la costa atlántica argentina es sin duda uno de los referentes de que la temporada alta invernal se avecina. Puerto Pirámides y los prestadores de avistaje embarcado se aprontan a optimizar sus naves y equipamiento técnico. Y es sabido que la observación es mutua. Éstos gigantes del mar interactúan con los excursionistas,partiendo la superficie de agua al exhalar o esbozando una destreza.

Sin más, las capitales provinciales siguen atrayendo a los turistas urbanos con propuestas al abrigo de las bajas temperaturas. Estrenos de cine, espectáculos teatrales, museos y conferencias abiertas, son actividades sin restricción de público de poca significación monetaria.

Son estas algunas opciones para que el próximo receso sea vacacionando en familia y dentro de las fronteras nacionales, desarrollando un turismo doméstico sin distinción de edad.

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