Chupete ¿sí o no? Un dilema para los padres

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Si bien muchos padres planifican, antes del nacimiento de su hijo, si éste utilizará o no chupete, en la mayoría de los casos cambian de idea luego del nacimiento del niño, sobre todo cuando comienzan a observar que, ante ciertos “ataques de llanto”, la solución está al alcance de sus manos. Los niños poseen una necesidad biológica de succionar, llamada “succión no nutritiva”, que se manifiesta en la succión de sus dedos, pulgares, puños, biberones y chupetes. La succión no nutritiva es normal en todos los niños y se inicia cuando el bebé está en el vientre de su madre. Se le atribuye el efecto tranquilizador, ya que el hecho de succionar en determinados momentos (cólicos, llantos inexplicables) produce un efecto placentero en los niños, pues les permite tener una descarga de sus tensiones. Los efectos perjudiciales que ejerce sobre la correcta alineación de los dientes, son pasajeros, pero para que las piezas dentales vuelvan a su lugar, debe dejarlo entre los dos y los tres años de edad.
A tener en cuenta
- Ofrezca el chupete al niño durante la noche o la siesta. No obligue al niño a aceptarlo.
- No se debe embeber en sustancias dulces o azucaradas (tales como miel, jugos, azúcar o gaseosas)
- No atar el chupete al cuello del niño con cordones o clips que se colocan en la ropa y evitan que se caigan. Se corre el riesgo de asfixia por estrangulamiento.
- Limpiar el chupete regularmente y no con la saliva de los propios padres.
- Evitar usarlo como método para poder retrasar una comida.
- Es preferible utilizar el chupete para saciar sus ganas de chupar, en lugar de uno de los dedos de su mano (generalmente el pulgar) ya que las consecuencias odontológicas son peores y es un hábito difícil de alejar.
- A la hora de dejar el chupete, hay que ayudar al niño a que lo haga de modo voluntario, sin métodos drásticos ni traumas. No es bueno que este fenómeno coincida con otros acontecimientos importantes, como el inicio de la guardería o el nacimiento de un hermanito.
¿Cómo pueden dejarlo?
Estas son las 10 técnicas “caseras” para ayudar a nuestros hijos a que dejen el chupete.
- Cambie el chupete por “vasos para niños”, que fomentan el desarrollo de la coordinación entre la vista y las manos, y ayudan a poner fin al hábito del chupete.
- Hable con el niño y recuérdele que ya es mayor, que va al jardín y que no necesita chupete.
- Póngale metas a su hijo como, por ejemplo, que use el chupete solamente para dormir y prémielo por conseguir esas metas.
- Elogie a su hijo cuando se comporte como niños mayores. La reafirmación positiva funciona bien con los niños de más de un año.
- Nunca se debe recurrir a castigos.
- Pude inventar una historia en la que algún personaje de ficción se lleve el “tete” a cambio de un regalo.
- A veces, el chupete puede “olvidarse” en el lugar de vacaciones o “perderse” en la calle.
- Corte la tetina o pínchela. La sensación de chuparla, al no ser placentera, disuade a muchos pequeños.
- La decisión debe ser firme. Una vez que el niño abandona el chupete, se acordará de él y volverá a pedirlo, pero hay que dejar que pase el “síndrome de abstinencia.
En algo coinciden los odontólogos, obstetras, neonatólogos y los pediatras; es tan imprudente recomendar el chupete, como prohibirlo cuando se lo utiliza correctamente.

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