La acusación contra el ex juez es clara: haber corrompido la sexualidad de una persona en particular, la victima para este expediente judicial, de apellido Tarruella.

Sin embargo, los testimonios escuchados a la actualidad, muy a pesar que algunos vinculan al ex camarista con delitos similares, no lo ubican en relación con la víctima.

Los relatos que ante el Tribunal de juicio hicieron todas las menores en cuestión, prácticamente dan por cierto la estrategia asumida por el acusado en oportunidad de su declaración indagatoria, cuando no solo expuso el relato cronológico de los sucesos que lo trajeron a juicio, sino que además respondió preguntas de las partes y de los jueces.

Todos coinciden en un punto: Bernardi solo vio una sola vez a Tarruella y no tuvieron relaciones. Fue en oportunidad del asado realizado en el mes de septiembre de 2014, aunque no hay precisión de fecha, en la chacra propiedad del ex juez camino a El Cóndor.

Si no hay vinculación testimonial con los alcances de la acusación, no sería descabellado suponer que esta causa en breve podría quedar en el olvido administrativo, pese al escándalo que significó sacar a la luz una realidad que golpea a los sectores más castigados por la pobreza, el abandono familiar y sobre todo, por la desidia institucional en la cual el principal responsable es el Estado.

El nombre de Bernardi aparece en cada uno de los testimonios que hasta el momento se han escuchado en el juicio. Las menores relataban a las operadoras y psicólogas que realizaban el abordaje integral de sus problemáticas, la existencia de una chacra propiedad del juez a la que acudían para hacer fiestas.

La letra resumida de esta afirmación pone en evidencia la mala actuación de quien durante 30 años tuvo la enorme responsabilidad de obrar justicia, pero que no hace al expediente judicial que  desde el lunes se debate en el auditorio principal del edificio capitalino.

Si a cada interrogante de la Defensa sobre si sabían los testigos de la relación entre Tarruella y Bernardi, la respuesta es negativa; la afirmación seguirá siendo la misma: ““No tengo más preguntas señor juez”, y “será justicia” para la próxima.