El proyecto que reconoce la ardua y fructífera tarea que llevan adelante en la academia, impulsado por la senadora Magdalena Odarda, describe el nacimiento de la misma, indicando que un grupo de investigadores, artesanos, músicos, autores, poetas, compositores, cantantes, artistas plásticos, periodistas especializados, bailarines, humoristas, coleccionistas e intérpretes firmaron el 19 de septiembre de 2007, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el Acta Constitutiva de la Academia del Folklore de la República Argentina. El 22 de diciembre de 2008, la Academia del Folklore recibió el reconocimiento como Persona Jurídica de parte de la Inspección General de Justicia.

La idea en aquel entonces fue la de convocar y vincular a personalidades y asociaciones relacionadas con las diversas disciplinas del folklore de nuestro país para crear una entidad que, con total y absoluta generosidad, con desinterés personal de cualquier tipo, con respeto y amor por nuestras expresiones folklóricas vincule aquellas actividades dispersas que con tanto esfuerzo se realizan en diferentes regiones del país.

En sus fundamentos, la autora de la iniciativa expresa que la Academia Nacional del Folklore está integrada por un amplio y representativo grupo de investigadores y artistas del Folklore Argentino de todas las regiones de nuestro país, con el fin principal de intensificar su estudio y ejercicio, propender al progreso y difundir todas sus artes, ciencias, diversidades, riquezas, y disciplinas: música, tradiciones, investigación, canciones, literatura, artesanías, antropología, teatro, cine, narrativa, poesía, artes plásticas, danza, historia, etc.

La creación de la Academia Nacional del Folklore vino a suplir, felizmente, una importante omisión en el estudio y desarrollo integral y sistematizado de un tema fundamental para la esencia e identidad de nuestra cultura nacional y fomentar así el estudio exhaustivo promoción y progreso de nuestras ricas y muy variadas artes y disciplinas culturales folklóricas, narra Odarda, al mismo tiempo que recuerda su flamante proyecto de Ley reciente en el que busca que se establezca a todos los educandos el derecho a recibir educación sobre el folklore, como bien cultural nacional, en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de todo el país.

Por la importancia de la labor cultural de dicha organización, los pares legislativos de la parlamentaria Rionegrina acompañaron la aprobación del reconocimiento.