Plan Qunitas: Legisladores del FpV le respondieron al juez Bonadío

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Firmamos esta nota  tras haber reflexionado sobre la necesidad de abordar una réplica al escrito con el que el Juez Federal, Dr. Claudio Bonadío, diera respuesta a una serie de pedidos realizados por diferentes dirigentes políticos y profesionales de la salud, a propósito de la intención de discontinuar y destruir los  moisés y  bolsas de dormir del kits del programa “QUNITAS”.
Consideramos oportuno, por sentirnos directamente aludidos como rionegrinos,  referirnos a lo que atañe a la respuesta concreta que el magistrado diera al requerimiento del diputado nacional Martín Doñate, y ejercer un análisis de las que consideramos puntuales inconsistencias que denotan la respuesta. El legislador nacional rionegrino se había presentado como tercero interesado en la causa solicitando que se  desista de destruir a los más de 60 mil kits del plan “Qunita” y que sean enviados a Río Negro donde el plan aseguró un éxito sin precedentes y nuestras madres y bebés aguardan que esa necesidad siga siendo cubierta.

Expresa el Juez Federal Bonadío al referirse a al legislador Doñate: “También hágasele saber al legislador de marras que su cargo no lo exime de dirigirse a la magistratura en términos adecuados, lo que no se condicen con algunos párrafos que pueden sonar naturales en el hemiciclo de la Cámara de Diputados, pero que son decididamente inapropiadas para una presentación judicial, dicho esto se le hará saber que de persistir en esa actitud se procederá como en derecho corresponda”. Como legisladores actualmente en funciones comenzamos a preguntarnos: ¿cuales son esos párrafos que el magistrado considera tan inapropiados?; ¿Cuáles son las formas que lo agreden y lo llevan a llamarle la atención a un Diputado de la Nación con amenaza de proceder a derecho,  eximiéndose de contestar la cuestión de fondo planteada?. No entendemos cuales son esas formas a las que remite el Juez, ni tampoco cuales él entiende son naturales en el hemiciclo. Doñate se presentó como tercero interesado en la causa, como Diputado de la Nación, como ciudadano argentino y como ciudadano de la Provincia de Río Negro con todo el respeto y la seriedad que el caso requiere.  El respeto mencionado se advierte en la seriedad de la fundamentación en su presentación y en la preocupación por los destinos de bienes pertenecientes a la ciudadanía, y provenientes de dinero del erario público contemplado en el presupuesto votado y aprobado por el Congreso de la Nación.

Quisiéramos detenernos también en otro párrafo en el que “Su Señoría” se permite recomendar al interesado que omita ver determinados medios de comunicación que, a su juicio, falsean la verdad de los acontecimientos o autos que constan en la causa. En este sentido quisiéramos saber si el Dr. Bonadío está dispuesto a recomendar con qué medios, a su juicio,  deben informarse los ciudadanos argentinos.

Como diputados de la provincia de Río Negro, especialmente interesados en el reclamo que el diputado hiciera sobre los moisés en cuestión, tenemos la impresión de que la respuesta del magistrado está intoxicada de una carga de prejuicios que entendemos no son propios de un Juez Federal. Bonadío cuestiona la presentación por agredir a  los que él entiende como “elementales cuestiones de veracidad y sentido comu?n”; todo esto por decir que en esta causa se investigan “...presuntas irregularidades administrativas...”. Aquí especialmente nos llama mucho la atención que adelante su opinión en un caso que tramita en su juzgado y que aún no tiene sentencia, al referirse al mismo como “una de las defraudaciones a la administración pública nacional más grandes y groseras de que se tenga registro en los anales de la justicia y en su memoria”.

Es evidente que al Dr. Bonadío lo ofuscan las cuestiones de forma aunque parece no ser tan propenso a las respuestas sobre el fondo de la cuestión. Celebramos, por lo que se desprende de su respuesta, que haya cambiado su decisión de incinerar cunas para bebés que las esperan. Evaluaremos si es  oportuno, tal como se lo sugiere a Martín Doñate en su escrito, solicitar al Ministerio de Salud de la Nación que éstas sean enviadas a nuestra provincia, atenta la urgente necesidad sanitaria que atraviesa Río Negro.

Ahora bien, el Juez se defiende argumentando que nunca ordenó la incineración de los moisés, sino sólo la destrucción. Hace un planteo semántico sin ninguna relevancia a los fines de la presentación puesto que lo solicitado fue claro:  “que se revoque por propio imperio la orden de destruir las cunitas y otros enseres del kit “Qunita”. Nunca brinda el magistrado en su respuesta una explicación del porqué se dispuso, en principio,  la destrucción de las cunas y los sacos de dormir. El mero perjuicio que irrogan los gastos de conservación y almacenamiento no parece ser argumento sólido para destruir elementos simbólicos que fueran construidos con destino de preservar la vida de nuestros niños y niñas más necesitados. El planteo de evitar la destrucción y solicitar su entrega con fines humanitarios no fue contestado.
Por último, en la presentación del diputado rionegrino en la causa se deja interpuesto el recurso de apelación pertinente en caso que no se entienda procedente la medida. El Juez omite dar sentencia a la apelación interpuesta cuando sus opciones eran:  rechazarla dándole lugar para una eventual queja ante la cámara; o hacer lugar a la apelación elevándola al superior para que la trate.
 
No pretendemos como legisladores establecer una disputa con un magistrado representante de uno de los tres poderes que establece nuestra República. Ahora bien, tampoco podemos permitir que se dirija a un a Diputado de la Nación injuriándolo por no participar de sus prejuicios con respecto al caso que está investigando. Entendemos que la presentación de Doñate tuvo especial cuidado en expresar en potencial (como es correcto hasta la sentencia) el verbo respecto de los hechos que se investigan, y el juez, sobre la base del correcto tratamiento de la cuestión que a nuestro entender atiende la presentación, critica la misma por no sentenciar como culpables por adelantado a los imputados. Una aberración que muestra la aversión y perdida de control del Juez respecto de quienes él ya entiende responsables de los delitos que investiga.

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