En 2013, la Asamblea General de Naciones Unidas designó al 30 de julio como el Día Mundial contra la Trata, por medio de la Resolución 68/192 que especifica la fecha como "necesaria para concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano y para promocionar y proteger sus derechos".

En ese sentido, la ministra de Educación y DDHH, Mónica Silva, expresó que “la lucha contra la trata de personas, en tanto forma de esclavitud moderna, reclama la presencia de una sociedad informada”.

Agregó que “es imprescindible hacer visible este delito con el fin de concientizar a la comunidad sobre las formas de prevención y sobre diversas prácticas que deben ser desterradas”.

Por su parte, el secretario de Derechos Humanos de Río Negro, Daniel Badié, sostuvo la necesidad de “desnaturalizar las prácticas y prejuicios que favorecen la existencia de este delito y que se encuentran profundamente arraigadas en nuestra sociedad; por eso la importancia de las jornadas para conmemorar el Día Internacional contra la Trata de Personas, llevadas adelante desde el Programa de Asistencia a la Víctima de Trata, dependiente de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social”.

El delito de trata de personas se entiende como el proceso por el cual se somete y mantiene a un individuo a una situación de explotación con ánimo de extraer de él un beneficio económico.

La trata puede tener lugar dentro de un país o conllevar un desplazamiento transfronterizo. Varones, mujeres y niños pueden ser objeto de trata para fines muy diversos, entre ellos el trabajo forzoso y la explotación laboral en fábricas, granjas o domicilios particulares; la explotación sexual y el matrimonio forzado. Esto afecta a todas las regiones del mundo y a la mayoría de los países.

Con el objetivo de sensibilizar a la población mundial, todos los años se renueva el compromiso con la Campaña Corazón Azul, iniciativa apuntada a visibilizar este delito y su impacto en la sociedad, alentar una participación masiva y servir de inspiración a medidas que contribuyan a ponerle fin. La campaña permite también que personas expresen su solidaridad con las víctimas de la trata, luciendo un Corazón Azul.